¿Sabéis de esa sensación que recorre vuestro cuerpo
de pies a cabeza y, al final,
sentís un escalofrío?
Como cuando algo inesperado ocurre de momento.
O cuando estáis sentados en la butaca de un teatro,
frente a su escenario,
con el abrigo sobre las piernas,
y notáis la puntita del dedo gordo del pie congelada.
(O en el cine, que viene a ser lo mismo)
El momento en que ese pequeño tiritón se apodera de vosotros,
y pensáis "¡ay!",
tan insignificante, que os hiela en cuestión de tan solo un segundo
y os paraliza por un pequeño momento
dejándoos perplejos...
Pues en esa pequeña fracción de tiempo,
en tan frágil espacio
y con tal capacidad de rapidez,
yo me dí cuenta que tú estabas ahí.
Y sonreí.
Neni
de pies a cabeza y, al final,
sentís un escalofrío?
Como cuando algo inesperado ocurre de momento.
O cuando estáis sentados en la butaca de un teatro,
frente a su escenario,
con el abrigo sobre las piernas,
y notáis la puntita del dedo gordo del pie congelada.
(O en el cine, que viene a ser lo mismo)
El momento en que ese pequeño tiritón se apodera de vosotros,
y pensáis "¡ay!",
tan insignificante, que os hiela en cuestión de tan solo un segundo
y os paraliza por un pequeño momento
dejándoos perplejos...
Pues en esa pequeña fracción de tiempo,
en tan frágil espacio
y con tal capacidad de rapidez,
yo me dí cuenta que tú estabas ahí.
Y sonreí.
Neni
