Caen las piezas de un puzle como piedras en mi cabeza, y yo sin paraguas.

Cuando la suave brisa de un suspiro

venga para soplar con fuerza mi corazón
caerá todo lo malo al olvido
y diremos adiós a nuestro dolor.

Dolor que algún día sentimos llegar
llamando a la puerta sin ton ni son
dejándola abierta de par en par
y abriendo camino a una nueva canción.

Si dejamos atrás lo vivido
y escribimos un nuevo destino
habrá millones de caminos
dispuestos a dejarse pisar.
Si cortamos la cuerda que ha unido
la vida en un mismo sentido
no habrá corazón malherido
sino heridos mirando hacia el mar.

El día que una estrella aterrice fugaz
en el frágil suelo de esta triste ciudad
sabrás que no todo está perdido
y que juntos al fin podremos llegar.

Llegaremos a tiempo con la herida
en carne viva y sin la ilusión
que deja caer las piezas perdidas
de un puzle escondido en la habitación.

Si dejamos atrás lo vivido
y escribimos un nuevo destino
habrá millones de caminos
dispuestos a dejarse pisar.
Si cortamos la cuerda que ha unido
la vida en un mismo sentido
no habrá corazón malherido
sino heridos mirando hacia el mar.

Neni